En fin...
Estos días de
tanta moda y glamour me han dejado algo drenada. Lo he disfrutado miles, pero
eso de tener que arreglarse de pies a cabeza tres veces consecutivas es un
poquito “too much” para mí... Digamos que yo preferiría estar en el ‘backstage’
en mis cómodos jeans y Converse maquillando, peinando y fotografiando a las
modelos.
Sin embargo
esta oportunidad de participar del mundo fashion me hizo darme cuenta de algo
mientras observaba a las mujeres que asistieron a los desfiles, a las
diseñadoras, las organizadoras, etc., muchas de ellas contemporáneas conmigo,
otras mayores.
Las mujeres
después de las cuatro décadas estamos lindísimas -modestia aparte- me
disculpan. Tenemos algo en la forma de caminar, de hablar, de movernos que nos
hace tan interesantes, libres y seductoras. Y ojo; no estoy diciendo que las
jovencitas de 20 o 30 no estén preciosas, pero pasados los cuarenta tenemos
cara de que ya las cosas que antes tanto nos preocupaban, ahora son solo un
recuerdo. Nos divertimos con soltura, nos reímos ruidosamente y finalmente nos
vestimos como nos da la gana, esté o no esté “a la moda”.
En estos tres
días tuve que hacer de “modelo” para las prendas que tres increíbles
diseñadoras me obsequiaron para usar durante los desfiles. Mientras me tomaban
las fotos estaba algo nerviosa de no desmerecer las prendas. Pero no quería
parecer algo que yo no soy o imitar a las blogueras especializadas en
tendencias. Yo quería representar en esas imágenes a las mujeres que a sus 40s
y 50s y 60s -e incluso mucho más- finalmente se sienten cómodas en el cuerpo
que les tocó nacer.
Pocas veces he
recibido tantos y tan lindos comentarios ante unas fotos. ¡Estoy creidísima!
Hace veinte años no habría transmitido lo que en ellas se refleja. ¡Nunca me
había sentido tan linda y sexy! Las mujeres más hermosas que conozco -o que
admiro- han florecido tras la cuarta década. Conocen sus mentes, sus emociones,
sus habiliades, sus limitaciones, sus cuerpos, lo que les gusta y todo lo que
nos les sienta bien.
Han asumido con
humor y dignidad lo irremediable y le sacan el mejor provecho. Se han dejado
crecer el pelo aunque “no sea para su edad” o finalmente lo han cortado muy
corto para no volver a tener que lidiar con ello. Se pintan la boca colorada
con maestría y sí que saben llevar un buen par de tacones aunque luego les
duela la espalda tres días...
Ayer observaba
a las modelos en la pasarela, tan chiquillas, tan frágiles, tan serias, y por
primera vez no quise volver a tener veinte años. ¡Ni loca! Estaba feliz de
estar a mis 41 sentada como espectadora, sintiéndome guapísima y agradecida con
la vida por todo, absolutamente todo, lo que me ha dejado experimentar. Lo
bueno, lo malo, lo complicado y lo irreverente.
¡Así que
caballeros, amen a sus mujeres maduritas cada vez más, ámenlas con el pasar del
tiempo, porque con los años nos ponemos mejores!😉😉😉
¡Amén!
♥️Esther
Esther Lev
Schtirbu
Comunicadora&Bloguera
Fotógrafa&Maquillista
FB: Los
Fabulosos 30+
IG:
@estherlev76
IG:
@estherlevphotopassion
Tel:
8926-6572 / 2588-1844
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