LA VIDA Y EL MAR

Ayer ante tanta emoción por el cambio de año me puse a ver las fotos que había compartido en Facebook los últimos 365 días. No eran pocas por cierto, y con ellas recordé muchas momentos que a veces guardamos en imágenes pero olvidamos retener en nuestra memoria. 

Decenas de fotos con mi familia y amigos queridos adornaron mi muro y me hicieron recordar que el 2016 fue un año magnífico -y que por eso- mientras leía muchos posts en donde la gran mayoría despedía con gran alegría el año viejo- yo quería sostenerlo en mis manos un rato más. Por variar sentí ganas de llorar...

A mi el 31 de diciembre me pone "cabangosa"... 
Me genera una tristeza extraña e inexplicable como si en esas veintitrés horas y cincuenta y nueve minutos que anteceden la media noche tuviera que recapitular muy a prisa lo que pasó en doce meses. Siento que es muy poco tiempo para saborear tantas emociones y experiencias juntas.

Pero lo que más me angustia de esta fecha es tener que plantearme nuevas resoluciones. Me da la misma ansiedad que sentía frente a los exámenes de matemáticas en la secundaria; quiero encontrar la solución correcta para resolver una ecuación y de tanto pensar me quedo literalmente en blanco. 

Lo único que pude proponerme concretamente con antelación fue volver al gimnasio. Pero no pude formular ninguna otra resolución. Ni una. Y eso no me gusta. Ante mi falta de inspiración decidí observar detenidamente el mar durante mis cortas vacaciones, buscando en él alguna respuesta a mi desidia.

Yo le temo al mar. Y honestamente -aunque a veces parezca lo contrario- también le temo a las variables que nos presenta la vida. Temo por la salud de mis seres queridos, por la estabilidad financiera, por la posibilidad de quedarme sin proyectos. Le temo constantemente a la muerte. 

Pero el mar calma mis miedos, siempre y cuando lo pueda observar en tierra firme. Sentada en la playa su sonido y colores me hipnotizan. Me hace pensar que sus secuencias y vaivenes son una imitación de la vida misma. 

Cuando las cosas parecen marchar bien somos como las olas cuando hay calma. Vamos y venimos. Asumimos rutinas, adoptamos hábitos, nos aferramos a nuestra zona de confort. Y así vamos y venimos de nuestros hogares, hacia y desde el trabajo, por los chicos, de reuniones, mandados, e incluso del gimnasio, en el mejor de los casos.

Todo parece estar bien hasta que una ola mucho más fuerte y poderosa rompe con la hegemonía a la que estamos acostumbrados. Se lleva al traste nuestra tranquilidad, nuestros meticulosos planes a futuro, lo que con tanto esmero habíamos diseñado en nuestra mente.

Y esos revolcones de olas inmensas, esos remolinos imprevisibles, esas corrientes en diversas direcciones y las aguas turbias se reflejan en nuestro existir todo el tiempo. 

Así nos topamos con la adversidad sin previo aviso, con personas que no nos desean el bien, con los cambios bruscos en nuestras rutinas, con los retos que amenazan sacarnos de balance, con la muerte que nos recuerda que estamos aquí tan pasajeramente...

Y mientras observaba el mar, y pensaba en todo lo que se parece a los ciclos de la vida, decidí dejar de ponerme tanta presión y olvidarme por un año de las resoluciones. 

Las mandé al carajo. 

Decidí que me dejaría llevar por la corriente de la eventualidades, las sorpresas y los afortunados acontecimientos que no puedo controlar; que mi única resolución sería regresar al gimnasio, ponerme guapa, desafiar la gravedad con nuevas posturas de yoga y volver a nadar. 

Todo lo demás que la vida quiera regalarme intentaré tomármelo como venga, con humor y una gran sonrisa aunque a veces dude, a veces tema, a quiera salir corriendo y tantas veces me esté llevando la gran puñeta. 

Así que ya sea con una lista inmensa de resoluciones o con la mente en blanco, que este año nos premie con todo lo que podamos y queramos asumir. Que venga acompañado de mucha salud y alegrías, retos personales y buenas y esperanzadoras noticias.

Esther

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Esther Lev Schtirbu
Comunicadora / Fotógrafa
FB: Los Fabulosos 30+
www.losfabulosos30mas.blogspot.com
losfabulosos30mas@gmail.com

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