Hace unas semanas atrás, una mañana, decidí que era
momento de dejar de lamentarme. Por varios meses había estado llorando sobre lo
que había sido una muy exitosa carrera de más de 12 años como fotógrafa, y a la
cual por desdén y despecho coloqué injustamente en una gaveta en el
olvido...Tan impulsiva decisión me llevó a pensar que remozar mi curriculum
como relacionista pública y comunicadora era una genial idea y me propuse
enviar decenas de copias a la espera de que llegara a mí un maravilloso trabajo
de medio tiempo, que me permitiera reincorporarme al mundo laboral y seguir
siendo mamá/chofer por las tardes.
Muchas largas noches me cuestioné que sucedería
entonces si no lograba reinventarme, encender la llamita de la pasión como
artista y revivir mi negocio como fotógrafa. Que sucedería si las piezas no
llegaban a calzar y además mis chiquitos se me hicieran grandes, envejeciera de
espíritu y me quedara sin propósitos, propuestas, mandados y sin grandes
expectativas sobre mis capacidades...Si dejara de soñar sobre nuevos proyectos,
los que me han definido siempre como mujer, artista y profesional.
Allí estaba yo, reina del drama, lágrimas y
sollozos, lamentándome acostada en el sillón de mi sala, a las 7:30 a.m.,
justo después que mi marido e hijos se marcharan hacia la escuela. Allí
envuelta en una cobija, con una taza de café que se enfriaba sobre la mesita,
pasaba sin mayor interés mi mirada por las noticias de Facebook. Me detengo
porque me llama la atención una charla motivacional a cargo de la cantautora y
figura internacional Debi Nova. Me tomo mi café despacito, y entre una canción
y otra, Nova despliega una interesante exposición de ideas, anécdotas y
sentimientos que me envuelven con su mensaje clave: hacer lo que te apasiona
siempre, a pesar de las trabas y las desilusiones, hacer lo que te mueve, más
allá de la remuneración económica, de la opinión pública, de lo que espera y
pretende la gente.
De repente siento como se aclara mi mente y por
ridículo que suene, me corre por el cuerpo una oleada de inspiración. Me
levanto, me quito la cobija, me limpio las lágrimas, me termino mi café. Estoy
decidida, estoy de regreso. Yo quiero seguir haciendo lo me ha apasionado por
tantos años de mi vida, yo voy a retomar las riendas de mi carrera y sin duda mi
buena reputación trae consigo una cámara de fotos a cuestas y cientos de
sesiones en mi haber.
Yo soy artista, yo soy fotógrafa, yo soy maquillista y
nada ni nadie me va a robar mi pasión.
Ante este repentino desborde de alegría y motivación,
se me ocurre poner un 'anuncio' en Facebook, invitando a mis amigas a un
experimento. Surge así mi proyecto "Los Fabulosos 30+", una propuesta
por puro amor al arte, un proyecto para reactivar mi negocio, que empieza con
la inscripción inicial de más de 40 hermosísimas mujeres, por sobre los 30 años
y hasta los 85, y que me ha permitido volver a expresarme artísticamente como
fotógrafa retratista, maquillista y estilista.
A la fecha he tomado 14 sesiones y me esperan muchas
más. Cada una ha sido una oportunidad de reencontrarme con mujeres
interesantísimas, brillantes, guapísimas, valientes, guerreras, genuinas,
sensuales, luchadoras, amorosas, visionarias, que han llenado las mañanas de mi
agenda con sus historias y anécdotas. Una maravillosa excusa para ponerme al
día con quienes no veía hace años, reírnos mucho, mucho, relajarnos, hacer que
éstas mujeres se sientan y se vean hermosas, ayudarlas a sacudirse los
complejos y las tonteras que tanto daño causan.
Pero ante todo una oportunidad única de captar la
ilusión de tantas mujeres por tener una imagen que refleje este momento en sus
vidas, sean los treintas recién estrenados, los cuarenta y pico, los audaces
cincuentas, los bondadosos sesentas y la sabiduría y belleza de la tercera
edad. La madurez, la serenidad, el enamoramiento y el desamor, la
independencia, los triunfos, las derrotas. Todas me han contado un poquito de
sus vidas, por qué se inscribieron en el proyecto, por qué sienten tanta
ilusión de ver prontito sus fotos.
Me hablado con los ojos y me enorgullece poder captar
tanto sentimiento en sus hermosas miradas.
Aquí les presento una muestra de las primeras once
sesiones. Las fotos no han sido retocadas con Photoshop, sino con un programa
sencillo para contrastar y cambiar tonalidades y arreglar pequeñas
‘imperfecciones’. He trabajado el maquillaje de cada modelo de manera muy
suave, pero minuciosamente. Todo lo demás, como líneas de expresión, arruguitas
y texturas permanecen en su lugar, porque allí deben estar, testimonio que
hemos vivido, reído, llorado, disfrutado; porque somos mujeres reales, porque
tenemos derecho a madurar con dignidad y espontaneidad y porque la belleza sin
duda trasciende lo perceptible.
¡Gracias a todas por apuntarse en este mi proyecto de
amor, retrato y transformación.
¡Gracias por ayudarme a despegar y a enamorarme
nuevamente de mi profesión!
¡Abrazos fuertes y pronto más fotos!
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Esther
Lev Schtirbu
Comunicadora
/ Fotógrafa
FB:
Los Fabulosos 30+
www.losfabulosos30mas.blogspot.com
losfabulosos30mas@gmail.com
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