EL JUSTO Y NECESARIO "AUTO-CHINEO"

En mi querida Costa Rica el término chineo se aplica a varios significados. Puede entenderse como los mimos que damos o nos dan, el apapuchar y apapucharse, el cuidar, arrullar o alzar a un bebé. La palabra tiene su raíz en la nanas o niñeras que llegaron provenientes de China a principios del siglo XIX, que cuidaban a los pequeños. Es parte del lenguaje coloquial de toda Centroamérica y una referencia siempre que se habla de los chiquitines.

Cuando nos convertimos en madres nos dedicamos a chinear con esmero y dedicación a nuestros hijos. Buscamos que se sientan amados, necesitados y cuidados. En muchos casos relegamos nuestras propias necesidades para interponer las de nuestra familia. Y nos habituamos a eso sin mucho pensarlo.
Tuve una semana de mierda. Perdón mi francés. Un conflicto de esos que tienen historia, terminó por desencadenar en mi una serie de emociones que me dejaron con los nervios de punta y sintiendo que llevaba un costal de papas sobre los hombros.

Tras varios días sin dormir, me llegó una invitación que no podía rechazar, a pesar de estar muy ponchada. Parecía que mi querida amiga Tatiana me había leído la mente y me proponía cruzar al este de la ciudad para regalarme un tratamiento de chineo... Pensé que oportunidades como esas se presentan poco en mi vida y me organicé para poder disponer de buena parte de la mañana y la tarde para mí.

Sólo para mí.

Llegué rapidísimo a mi destino y fue como entrar en un oasis entre las transitadas calles de Curridabat. Había ido en otras ocasiones a algunas clínicas estéticas, pero este lugar tenía algo distinto, una energía tan refrescante...

No. No estoy haciendo un publirreportaje.

Estoy contando una experiencia que me abrió los ojos para darme cuenta cuán afectada estoy emocionalmente, cuánta arena le hecho encima a mis necesidades tratando todo el tiempo de ocultar y pretender que "todo está bien" y lo poco que me quiero. Tuve el privilegio que me atendiera doña Mariam Moldes, la dueña de este lugar maravilloso. Y no empezó por hablarme de todos sus servicios o las bondades de sus productos. Conversamos por más de una hora de su vida, sus experiencias y las mías, la familia, los hijos, la salud. Y con solo observar mi postura y mis expresiones pudo darse cuenta cuan afectada estaba.

Sentí que de alguna mágica manera los planetas, Tatiana, doña Mariam y Waze se habían alineado para que yo estuviera allí, justo cuando más lo necesitaba. Siempre me he puesto en un segundo plano. Para no decir un tercero. He vivido tratando de complacer a todos a mi alrededor, estar siempre alegre y dispuesta, sin ver mis verdaderas necesidades, incapaz de otorgarme la posibilidad de "auto-chinearme". Podría pensar que hasta un poquito me castigo por sentir que nunca doy la talla, que siempre fallo.

Mientras doña Mariam me hacía un diagnóstico tuve muchas ganas de llorar. Me contuve, pero sigo teniéndolas. Me di cuenta que todo lo que me decía era tan cierto, que mis facciones estaban afectadas por mis enociones, que estaba tensa y reprimida, que mis hombros delataban una tristeza y un pesar de venía cargando de mucho tiempo atrás...

Que no eran los cuarenta que "me habían caído encima"; que era yo la que me había dejado caer...

Después de conversar tan ampliamente, doña Mariam mi dejó con una de sus chicas. Me tomaron fotos de frente y de perfil y fue muy duro lo que vi. Más allá de una imagen, me vi tan dejada, tan triste.
Durante dos horas -sí DOS horas- este ángel bajado a la tierra masajeó mi rostro, mi cuello, mis brazos y mi espalda. Al principio estaba tan tensa que me resistía a disfrutar de aquel regalo sacado de un cuento de hadas. Conforme avanzó la sesión fui cediendo al punto de quedarme completamente dormida...

Al terminar me levanté despacio, me puse mi ropa y vi el reloj. Habían pasado 120 minutos donde me había olvidado de todo, donde me había dejado "chinear" sin justificaciones. Me vi al espejo y parecía que había dormido 72 horas si parar. Me sentía tan revitalizada, tan fresca, tan guapa. Mis ojos se habían vuelto a abrir, mis facciones se habían suavizado...

Siempre he dicho que Dios cierra una puerta, pero nos abre una ventana. Ayer pude entrar por esa ventana a un lugar maravilloso, de donde salí sientiéndome tan bien, en donde decidí que a partir de ahora me iba a regalar ese espacio sólo para mi, sin sentirme culpable, sin pensar en las cuentas por pagar, sin pensar en la gente que me roba la paz.

Decidí que cruzaría la ciudad cada vez que lo necesite porque me lo merezco, porque si quiero seguir dando amor, si quiero que mis musas no mueran ahogadas en mi eterna ansiedad, si quiero verme guapa a los cuarenta y a los sesenta también, debo invertir en mí.

¡Gracias infinitas doña Mariam por sus sabias palabras, por su conocimiento, por el tiempo que me dedicó y por hacerme abrir los ojos y darme cuenta cuánto necesitaba auto-chinearme!

https://www.facebook.com/images/emoji.php/v8/f6c/1/16/2764.pngEsther

Tati Gómezhttps://www.facebook.com/images/emoji.php/v8/ffb/1/16/1f64f_1f3fb.png🙏🏻https://www.facebook.com/images/emoji.php/v8/ffb/1/16/1f64f_1f3fb.png🙏🏻https://www.facebook.com/images/emoji.php/v8/ffb/1/16/1f64f_1f3fb.png🙏🏻

#losfabulosos30mas #siemprefabulosas #desdeadentro #funcioncreativa #vivencial #mujeresreales #realwomen #modaytendencias #lifeblogger #fotografiaintegral #seguiraprendiendo #reconectandomeconmicuerpo
#reconectandomeconmisemociones #mujeryactualidad #cambiemoselapp

Esther Lev Schtirbu
Comunicadora / Fotógrafa
FB: Los Fabulosos 30+
www.losfabulosos30mas.blogspot.com
losfabulosos30mas@gmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario