La Bar-Mitzvah se celebra cuando un niño judío cumple 13 años y la frase
se traduce como “Hijo de los Mandamientos”, es decir, que el chico se vuelve
responsable de cumplir los mandamientos (Mitzvot) de la Torá. El propósito de
las Mitzvot es mantener nuestras vidas enfocadas en lo que es realmente
importante: la familia, la comunidad y una relación con D-os.
Nos encantan nuestras tradiciones y les hemos inculcado a nuestros hijos
el respeto tanto por su religión, como por todas las demás que conforman su
contexto. Mis hijos se enorgullecen de sus raíces y disfrutan de compartir lo
que hasta ahora conocen del Judaísmo con sus amiguitos de otras religiones.
Debo confesar que cuando empecé a planear la celebración estaba un poco
renuente a todo lo que implicaba; organizar actividades con tantos detalles no
es lo mío. Mi déficit atencional no me permite enfocarme y no sé cómo saldrá
todo, siempre siento que algo me faltó por hacer...
Sin embargo, con el pasar de los meses empecé a ilusionarme muchísimo
porque al fin y al cabo pocas veces se logra reunir a tanta gente querida de
una sola vez.
Ian se ha preparado con gran esmero para este domingo. Ha tenido que
aprender a rezar en hebreo cuando nunca antes lo había hecho. Gracias a su buen
oído musical se ha memorizado todas las melodías del rezo y canta día y noche,
¡al punto que hay que pedirle un rato de silencio!
Gracias a esta celebración hemos podido reunirnos y disfrutar de la
familia que vive lejos, y tenerlos aquí unos días nos llena de inmensas
alegrías. Ha sido también la excusa perfecta para enmendar algunos caminos que
estaban chuecos y dejar el pasado atrás.
Este agosto recuerdo intensamente a mis padres, y en especial a mi papá
que hubiera estado tan feliz de ver a su nieto hacer su Bar-Mitzvah. Creo que
necesito darme un buen majonazo en el dedo chiquito de alguno de los pies para
llorar todo lo que tenga que llorar antes de la ceremonia y no poner a nadie en
ridículo...
La vida nos premia en esta ocasión con la posibilidad de festejar la
vida de Ian, el verlo convertirse en hombrecito, el llegar a sus ‘teens’ con
una chispa que nos saca carcajadas todo el tiempo, asumiendo retos que el
solito se propone y entendiendo que sus acciones a partir de ahora tendrán una
importancia y un peso muy distintos.
Este agosto nos ha permitido recapitular y ver hacia atrás. Muchas veces
nos topamos con obstáculos, en ocasiones la cosa se ha puesto cuesta arriba,
pero cuando vemos a Ian y a Juli convertidos en niños tan felices y entusiastas
sabemos -sin duda alguna- que la vida nos ha bendecido a chorros.
Espero no tener cara de loca el domingo, que todo salga como lo imagino
y que todos los invitados disfruten tanto de la celebración como nosotros de
tenerlos allí acompañándonos.
Comunicadora&Bloguera
Fotógrafa&Maquillista
FB: Los Fabulosos 30+
IG: @estherlev76
IG: @estherlevphotopassion
Tel: 8926-6572 / 2588-1844
No hay comentarios.:
Publicar un comentario