Iba tan nerviosa que no tienen idea...
Verán yo soy de las artes visuales; la fotografía, el
maquillaje, dibujo, costura, diseño gráfico, manualidades. Digamos que mi oído
musical no es tan requetemalo por haber hecho ballet tantos años siendo niña y
adolescente, pero eso de leer un pentagrama o seguir instrucciones, bueno, no
es lo mío.
Lo que más ansiedad me generaba es que no había vuelto
a una clase de este tipo en mucho, muchísimo tiempo, desde que decidí estudiar
peluquería y estilismo en el 2001 ¡Hace 17 años!
Y en esa oportunidad, mal que bien, estaba en mi
charco. La fotografía llego de manera autodidacta y para esto de ser bloguera
pues honestamente no hay graduarse de una maestría, con algo de sentido común y
visión se saca la tarea.
¿Pero la música? La música es cosa seria.
En mi fantasía más loca yo voy a tocar la guitarra -y
a cantar- como Rossana, una de las cantautoras españolas que más adoro. Su CD
“Lunas Rotas” me acompaña desde hace casi dos décadas y si hay algo que
disfruto es cantar a todo galillo sus baladas, absolutamente sola e inspirada,
entre las cuatro puertas de mi carro...
En mi primera clase de guitarra me di cuenta que si
bien nunca es tarde para aprender, a los casi 42 cuesta el doble. No, el
triple. Sin mentirles, hoy pude sentir como mis conexiones cerebrales estaban
haciendo corto circuito... ¡Chaz, chaz, chaz hacían las pobres, unas contra
otras! Coordinar cabeza, ojos y manos parece ser sencillo, pero es
complicadísimo, para no decir ¡de la p... madre!
Tanto, tanto me costó que mi cabeza le dijera a mis
deditos dónde colocarse que cuando me di cuenta mi panza me había hecho su
jugarreta, y una gran mancha de sudor se posaba sobre mi camiseta.
A mi me suda la panza a chorros. Aunque me ponga talco
para bebés. No sudo en ninguna otra parte, pero la zona de la panza es
tremendo, vergonzoso... Y si estoy nerviosa o concentrada, ¡es aún peor!
Cuando bajé la guitarra le dije a a David, mi
profesor, que me daba mucha pena, pero cuando me ponía ansiosa la panza me
sudaba copiosamente, a lo que -por supuesto- se río muchísimo, ¡por suerte!
En fin... Tras un poco más de una hora, hoy aprendí
que salirnos de nuestra zona de confort es tan necesario, para mantenernos
jóvenes, alertas y cerebralmente sanos.
No creo que vaya a poder emular a Rossana, pero la
satisfacción de estar aprendiendo algo nuevo y desafiante ya por sí solo es
como ganarme un Grammy.
Y quien sabe, en una de esas y me dejo tocar la
guitarra y cantarles una canción.
¡Gracias David por una primera clase tan amena y
divertida!
PS: ¡Estamos haciendo grupo, por si alguien quiere apuntarse
en el desafío!🎸🎸🎸
Esther Lev Schtirbu
Comunicadora&Bloguera
Fotógrafa&Maquillista
FB: Los Fabulosos 30+
IG: @estherlev76
IG: @estherlevphotopassion
Tel: 8926-6572 / 2588-1844
No hay comentarios.:
Publicar un comentario